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Infantería de Marina española: la más antigua del Mundo

Actualizado: 17 sept 2023

Con casi 500 años de Historia e innumerables sacrificios, son un referente para las misiones internacionales en las que participa España

Dos infantes de marina españoles en actitud de alerta

Heredera de los antiguos Tercios españoles que dominaron Europa durante más de siglo y medio, en la actualidad se constituyen en tres unidades, una de las cuales conserva la denominación histórica, el Tercio de la Armada - TEAR -. Las otras dos son la FUPRO (Fuerza de Protección de la Armada) y el Mando de Guerra Naval Especial.


Su fundación tuvo lugar en la primera mitad del siglo XVI bajo el reinado del emperador Carlos I de España y V de Alemania. Desde entonces, conservan su prestigio internacional.


Veamos si pudiera ser útil para funciones propias de los tiempos actuales como la lucha contra el narcotráfico.


Una fuerza polivalente

Cuando se nos habla de infantes de marina nos viene a la cabeza, a la mayoría, los marines de los Estados Unidos.


Pocos saben la buena impresión que causan sus homólogos españoles en los norteamericanos cuando actúan en ejercicios conjuntos. De hecho, la existencia de los marines americanos se debe a que las milicias rebeldes que luchaban contra los ingleses en el siglo XVIII quisieron emular a los Tercios de Mar españoles.


España envió a dichos tercios a Norteamérica en ayuda de las Colonias en su guerra de independencia con Gran Bretaña y causarían tal impacto con su destreza operativa que una vez se independizaron decidieron copiar añadir a su ejército unidades como las españolas.


Con España en guerra, Inglaterra seguro que se verá obligada a renunciar a sus proyectos americanos
George Washington

Han llevado a cabo numerosas misiones internacionales de pacificación de territorios en guerra y también de policía militar. Están dotados de medios ante situaciones de guerra electrónica y avanzados sensores.


Sus efectivos de operaciones especiales están adiestrados para todo tipo de situaciones: saltar en paracaídas, bucear, labores de inteligencia sobre el terreno…

No en vano es mucha su experiencia y veteranía ya que España fue el primer País que creó una fuerza militar adiestrada de modo específico para desembarcar en una costa y actuar de inmediato.


Por lo tanto, sin duda, serían de gran ayuda en la guerra contra las drogas y en la persecución de las mafias que trafican con personas, las cuales introducen, de modo irregular, a través de las costas.


Un poco de Historia

Cuadro en el que puede verse el desembarco de los tercios españoles en las Islas Azores
Desembarco de los Tercios, de NIccolò Granello (El Escorial)

El primer desembarco de importancia lo harían como fuerza conjunta con los portugueses conquistando a los franceses las Islas Azores, que desde entonces pertenecen a Portugal, País que en ese momento formaba parte del Imperio Hispánico. Es lo que refleja la escena recreada en el cuadro anterior, de Granello que puede admirarse en el Palacio-Convento de El Escorial.


Los infantes eran transportados en galeras a las zonas de combate donde desembarcaban y luchaban con tal ahínco que en pocos años se harían famosos en el Mediterráneo y el Atlántico por su fiereza.


Cada galera enrolaba a 125 soldados y su primer hito histórico sería la Batalla de Lepanto en la que participó el más ilustre de los infantes de marina: Miguel de Cervantes.



Los turcos quedarían maravillados por la efectividad de estos formidables combatientes y tras la batalla supieron que era preferible replegarse al Mediterráneo Oriental y no molestar a España en el Mediterráneo Occidental.

Los Tercios de Mar acabaron siendo mucho más numerosos que los de tierra para poder abarcar la inmensidad del Imperio Hispánico, que se expandía por todo el Mundo.


Actuarían por primera vez en Italia donde la Corona de España tenía posesiones: Nápoles, Sicilia y Cerdeña.


Los infantes de marina españoles (y de otros Países reclutados en los territorios del Imperio) batallaron en diferentes escenarios europeos causando temor por su efectividad.


Antes de que lo hicieran los Estados Unidos, la República de Venecia y posteriormente el reino de Inglaterra copiaron el esquema español de los Tercios de Mar, creando sus propias infanterías de Marina. Esto sería en la segunda mitad del siglo XVI. En el siglo XVII lo harían otros Países europeos.


Suponían una formidable fuerza de apoyo para los poderosos "Tercios Nuevos" (creados después de las guerras en Italia del siglo XVI), que operaban en distintos escenarios europeos.

Dos infantes de marina españoles con uniforme de gala
Doble franja roja distintiva

El rey Carlos III de España les concedió la doble franja roja que lucen todavía hoy en su uniforme de gala, en el pantalón, tras la heroica defensa del Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro, en Cuba.


Una fuerza inglesa de 14.000 soldados asedió el castillo no dando crédito a la enconada defensa de la exigua guarnición española.


Los ingleses sabían que si querían conquistar La Habana antes tenían que rendir las fortalezas que la defendían; la otra era la de La Punta y entre ambas creaban una impresionante fuerza conjunta con sus cañones que mantenía alejadas a las escuadras enemigas.


Los ingleses sabían que solo con un gran contingente militar de desembarco podrían tener alguna posibilidad de éxito, pero sabían que una vez en tierra, los supervivientes a los bombardeos españoles desde las fortalezas se las verían con los infantes de Marina. Los ingleses necesitarían mes y medio para conquistar el Castillo del Morro.


La Infantería de Marina española contribuiría de gran forma a la recuperación de Florida para España (que le había sido también arrebatada por los ingleses) hasta que algunas décadas después, ya en el siglo XIX, fuera entregada a los Estados Unidos.


La Guerra de Independencia de España de las fuerzas napoleónicas culminaron con la “venganza” española persiguiendo los infantes de Marina al ejército de Napoleón hasta territorio francés, conquistando Toulouse.


Esta enemistad con Francia se solucionaría, curiosamente, cuando España se alía con el sobrino de Napoleón, a mediados del siglo XIX, quien gobernó el Segundo Imperio Francés como Napoleón III. Junto a los franceses, los infantes de Marina españoles lucharían en el sureste asiático, así que estos increíbles soldados tuvieron su particular “Vietnam” un siglo antes que los norteamericanos.

España innovó también con respecto al desembarco militar siendo el primer País que llevó a cabo operaciones conjuntas empleando medios aéreos, navales y de tierra en apoyo de su Infantería de Marina como sucedió en la Guerra del Rif, en Marruecos.


En 1996, sería el III Batallón de la Infantería de Marina española el que impediría que los militares pro-serbios consiguieran hacerse con Bosnia-Herzegovina tras un golpe de Estado.


La Infantería de Marina española en la actualidad

La Armada española es la cuarta más importante de la Unión Europea (23ª del Mundo, según el índice "Global Firepower"), no por sofisticación sino por volumen: medio centenar de navíos militares, incluyendo un portaaviones.


La artillería autopropulsada es la que le cedió el Ejército de Tierra. Los vehículos anfibios y los Hummer son insuficientes y anticuados. Los carros de combate cuentan con una potencia de fuego desfasada que debe mejorar.


Si quiere subir puestos (o mantenerse) deberá modernizar sus medios técnicos y reforzar sus unidades con más personal. Pero, de momento, y para la función que hemos planteado desde un principio del post, sería una fuerza de apoyo ideal para la Guardia Civil.


¿Por qué con la Benemérita institución? Porque la Guardia Civil es una Fuerza de Seguridad de naturaleza militar, con lo que ambas instituciones se entenderían bien y cubriría la falta de personal del Instituto Armado en el litoral en la lucha contra el narcotráfico.


Constantemente, la Guardia Civil refuerza las costas del sur de España e Islas Canarias viéndose obligada a dejar zonas de interior de la Península con menos efectivos.


Viendo el fenomenal desempeño de las Fuerzas Armadas durante la pandemia, debiera plantearse por parte del Gobierno contemplar ese apoyo táctico en las zonas costeras de la Infantería de Marina. Sería una nueva razón de ser de este Cuerpo tan venerado, adaptándose así a los tiempos que corren.


También sería interesante su colaboración en la persecución de las mafias que trafican con seres humanos introduciendo a personas de modo irregular por las costas.


En otros Países lo tienen claro, como México, donde la Marina realiza una importante labor antidrogas. En España, el Batallón Reforzado de Desembarco de la Infantería de Marina, que cuenta con un adiestramiento excepcional, sería muy útil para estas funciones.

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