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Hércules Poirot: más misterioso que nunca

Actualizado: 22 oct 2023

El director y actor Kennett Branagh lleva el personaje a las calles de la Venecia gótica

Columnata de la Plaza de San Marcos en Venecia

Una vez más, Kenneth Branagh nos deja encandilados con su proverbial puesta en escena en “Misterio en Venecia”, interpretando por tercera vez al famoso detective Hércules Poirot.


Índice

Hércules Poirot: el personaje

Sin duda, de todos los actores que lo han intentado, el más logrado es Branagh (con permiso de David Suchet, en la imagen).


El género del suspense y, dentro del mismo, el subgénero detectivesco no sería lo mismo sin Poirot. Lo que vino después se inspiró mucho en este personaje nacido de la imaginación de la indiscutible reina de la novela negra: Agatha Christie.


Yo prefiero al otro detective creado también por la autora, del estilo de Sherlock Holmes: Charles Hayward, en la novela “La casa torcida” de 1949, con película homónima de 2018, dirigida por Gilles Paquet-Brener y protagonizada por Max Irons, acompañado de un gran elenco. Pero ahora nos ocupamos del más conocido Hércules Poirot.


Corrían los locos años 20 en los que las historias de misterio encantaban al público ya fuera en novelas, cine o folletines de radio. Christie aprovechó el tirón y creó a Poirot otorgándole enorme fama y riqueza.

Retrato de Agatha Christie
Agatha Christie (del archivo de Torre Abbey) Wikimedia

En los libros, a Poirot le fastidia que lo confundan con un francés cuando en realidad es belga.


Agatha Christie se inspiró en uno de los refugiados belgas que llegaron a Inglaterra tras la invasión alemana de su País en la Primera Guerra Mundial.


La genial escritora imaginó que uno de ellos pudiera ser un ex-policía retirado.


La descripción que hizo Christie del detective fue la de un individuo vanidoso, muy puntilloso y un característico bigote de estilo militar (de los de la época). De baja estatura, pero sin complejos y de una pulcritud que rallaba la obsesión. Poirot sabe que le observan y que incluso se burlan de él pero lo hacen a sus espaldas porque se le respeta ya que es alguien muy observador, fijándose en detalles que la mayoría pasa por alto.


En Scotland Yard se ríen de Poirot cuando le ven, llevados por la envidia pues siempre se les adelanta, llegando a lo que ellos no son capaces con todos sus medios: solo con la deducción basada en la observación.


Apareció por primera vez en la novela El misterioso caso de Styles, de 1920. La autora aprovechaba sus propias experiencias reales para introducir a su personaje en escenarios que ella conocía bien como en Asesinato en Mesopotamia, de 1936 (cuando ya era archiconocido). Christie vivió en Oriente Medio por sus viajes con su segundo marido que era arqueólogo.


La escritora acabó harta del personaje, llegando a matarle, con esquela real incluida publicada en The New York Times en 1975 (su creadora murió al año siguiente). No en vano, fueron decenas de libros de los que posteriormente saldrían películas y más adelante series de televisión.


Misterio en Venecia

cartel de la película Misterio en Venecia

Interpretar a este personaje tan variopinto sin que resulte hilarante, consiguiendo que desprenda respeto y admiración, no es nada sencillo, pero Kenneth Branagh lo ha conseguido.


Acompañado de un elenco impresionante de actores y actrices de primera talla consigue colocarse en los primeros puestos en la taquilla internacional, lo que indica que las historias detectivescas siguen estando de moda. O tal vez sean las de miedo porque a esta nueva adaptación se le ha dado un toque de repelús.


Se inspira en el relato de Christie “Fiesta de Halloween” que en España fue titulado “Las Manzanas” y que la autora publicó en 1969 pero que no transcurre en Venecia, siendo éste un aliciente visual que el director ha introducido. Creo que Branagh ha optado por cambiar el escenario y algunos detalles más de la novela para evitar que la trama se vuelva aburrida como sucedió con sus dos adaptaciones anteriores: Asesinato en el Orient Express y Muerte en el Nilo.


Para los que no os apetezca leer la novela, pero sí comprobar como es la historia tal cual la concibió la autora, podéis buscar la serie de TV “Poirot” (interpretado por un genial David Suchet) e iros a la temporada 12. En el capítulo 2 se recrea la historia fidedigna la cual tiene lugar en una mansión inglesa, nada que ver con Venecia.


A Branagh le pareció más atrayente trasladarse a una ciudad con encanto y misterio a partes iguales para salirse de habitual entorno claustrofóbico de estas películas.


Resulta curioso que la segunda parte de La Monja esté en el primer puesto de la taquilla siguiéndole “Misterio en Venecia”, por lo que no estoy de seguro de cual es el género que atrae más: si el terror o el de suspense. Tal vez una mezcla de ambos que es lo que procura Branagh con su película de Poirot.


Lo cierto es que las novelas de Christie siguen gustando mucho en la actualidad (nunca dejaron de hacerlo) y si no ahí tenemos los éxitos de las adaptaciones cinematográficas de sus novelas en los últimos años. Sin embargo, ciertamente hay que introducirles pequeños cambios para que la trama no se vuelva demasiado rígida y es lo que ha hecho, con acierto, Kennett Branagh.


No es necesario gastar enormes cantidades de dinero en espectaculares efectos especiales para rodar una buena película. Con una cuidada fotografía y puesta en escena junto al suspense por no saber quién es el asesino hasta el final (pudiendo serlo cualquiera pues todos los personajes son sospechosos), se puede lograr un gran éxito.


El presupuesto de Misterio en Venecia es de 60 millones de dólares, lo que la convierte en una producción de nivel medio teniendo en cuenta las astronómicas cantidades que gastan en Hollywood en la actualidad, sobre todo en el subgénero de superhéroes (la segunda parte de Aquaman ha costado 205 millones de dólares).


Aún con lo anterior, sesenta millones dan para mucho por lo que, como no puede ser de otro modo en la actualidad, se echa mano del CGI (Computer Generated Imagery) o imágenes generadas por ordenador.


El CGI es imprescindible hoy en día para recrear paisajes y escenas si se desea darles gran realismo. Pero claro, hay que hacerlo bien ya que pudiera quedar en una especie de imagen cuché aguando el resultado final, lo que Branagh sortea sin problemas. De todos modos, en esta última entrega no abusa de la técnica digital.


Se denomina terror “gótico” al usado por Branagh en su tercera adaptación de Poirot por los escenarios de estilo gótico, el cual imperó en Europa entre los siglos XII y XV.


Venecia está repleta de edificios góticos, aunque en esta ciudad la influencia bizantina la hace aún más arrebatadora y misteriosa.


Cuando se habla de otras películas de suspense o terror gótico suelen referirse a las ambientadas en lugares que fueron erigidos durante el siglo XIX cuando se impuso el neogótico y Londres fue un claro ejemplo. También las grandes ciudades de la Costa Este de los Estados Unidos, de ahí que las historias de misterio de Edgar Alan Poe transcurran en un ambiente gótico, notando el influjo de este fascinante autor en "Misterio en Venecia".

Pesonas con máscaras venecianas bailando
Halloween resulta inolvidable en Venecia

Venecia es idónea para una buena historia de investigación detectivesca por el misterio y encanto de sus fiestas de carnavales o Halloween.


Kenneth Branagh introduce algún fantasma con mal carácter y médiums, que parece gusta al público, pero sin extralimitarse y respetando los elementos propios del “whodunit” (novela policiaca), como se dio en llamar al género que cultivó Christie y otros/as después de ella.


Tenéis que estar muy pendientes del desarrollo de la trama en la película porque hay momentos en que acelera de tal modo que se puede perder el hilo.


Los cambios bruscos de plano contribuyen al afán del director de introducirnos en un ambiente sobrecogedor, dejándonos la duda de si lo que sucede es verdaderamente sobrenatural o algo explicable.


Poirot se luce con su lógica deductiva, pero en ocasiones no halla una respuesta inmediata a los acontecimientos que experimenta.


Branagh no explicó a los compañeros/as de reparto cómo se desarrollarían algunas de las escenas más inquietantes para no perder su capacidad de sorpresa y así poder grabar sus expresiones reales, alejándose de la actuación entrenada que en ocasiones resulta poco real, incluso siendo excelentes actores.


Veremos la película más pronto que tarde en la plataforma Disney +, quiénes la tengáis, porque es una producción de la 20th Century, propiedad de Disney, así que paciencia.


Ver en pantalla grande un film con fotografía espectacular vale la pena

Un dato final: en la producción participa Ridley Scott, garantía de buen hacer.


Con una recaudación de las dos cintas anteriores que ha rebasado los 620 millones de dólares (cuando la inversión total de las tres películas fue de 205 millones) la franquicia está resultando todo un éxito. Con tan solo una semana en cartelera, la tercera parte, Misterio en Venecia (“Cacería en Venecia” en Hispanoamérica, por una mala traducción) recaudó más de 37 millones de dólares, mucho más que sus antecesoras.


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