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Principales armas empleadas por yihadistas en suelo europeo

Actualizado: 16 nov 2022

Los terroristas siguen al acecho incluso durante la pandemia, buscando nuevas oportunidades, por lo que no debe bajarse la guardia

Coches calcinados
“Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo, y saldrás triunfador en mil batallas”

Sun Tzu ("El arte de la guerra")



Si extrapolamos las enseñanzas de Sun Tzu a la lucha contrayihadista, uno de los principales conocimientos que se debe tener estå relacionado con los medios que se emplean para cometer atentados.


España (y Francia posteriormente) luchó incesantemente contra el terrorismo de ETA. Nos conocimos, lo conocimos, y lo derrotamos. Ese trabajo nos dotó de herramientas en forma de experiencia, que debemos aprovechar.


La organización terrorista ETA tenía dos formas båsicas de actuación: uso de armas de fuego o explosivos. Los yihadistas añaden dos mås: armas blancas y uso de vehículos. Ello unido a la utilización de fusiles de asalto y terrorismo suicida, aumenta exponencialmente la diversidad de los ataques lo que dificulta su detección o prevención.


Hay que tener en cuenta que un atentado suele dividirse en tres fases claramente diferenciadas: la planificaciĂłn, la ejecuciĂłn y la huida. El terrorismo yihadista simplifica dichas fases, mediante el empleo de “lobos solitarios” o “terroristas suicidas” que no planifican la huida por ejemplo. Al menor nĂșmero de fases, menor es la posibilidad de detectarlos.


Las cuatro formas bĂĄsicas que los yihadistas han empleado en consumar sus atentados son las siguientes:

  • Explosivos

  • Armas de fuego

  • VehĂ­culos-ariete

  • Armas blancas


Uso de explosivos

Independientemente de situar cargas detonadoras en el lugar previamente asignado (ejemplo: atentado de Madrid el 11 de marzo de 2004 donde los terroristas colocaron explosivos en cuatro trenes de cercanĂ­as), hay que tener en cuenta el uso de chalecos o cinturones explosivos, que conlleva la muerte del terrorista por inmolaciĂłn, lo que denota la complejidad de la operaciĂłn.


La actividad en Internet de los grupos terroristas yihadistas es muy intensa en este sentido, donde hacen hincapiĂ© en la formaciĂłn de sus seguidores mostrĂĄndoles manuales para fabricar bombas caseras (generalmente son preparadas en el domicilio). TambiĂ©n envĂ­an a individuos para formar a los yihadistas locales en la preparaciĂłn de atentados, enseñåndoles tĂ©cnicas operativas como la forma de fabricar explosivos, especialmente TATP (perĂłxido de acetona, una bomba conocida como la “madre de SatĂĄn”).

ArtĂ­culos de uso comĂșn

Las cĂ©lulas o grupos, suelen contar con un especialista en explosivos. En los registros policiales se han encontrado materiales para fabricarlos tales como acetona, perĂłxido de carbono (agua oxigenada), alcohol, ĂĄcido sulfĂșrico, azĂșcar, sal, papel de aluminio, etc


La ventaja para ellos es que su fabricaciĂłn resulta sencilla, siendo los materiales fĂĄciles de conseguir. Los inconvenientes son su volatilidad y extrema sensibilidad.


Un simple golpe o una chispa puede hacer saltar todo por los aires, tal y como ocurrió en la localidad barcelonesa de Alcanar, cuando los terroristas preparaban el atentado en Barcelona de 2017. En un chalé ocupado en el que no residía nadie y que la célula ocupó ilegalmente, se encontraría posteriormente a la explosión mås de cien bombonas de butano y propano, así como sustancias vinculadas directamente con los explosivos.


AĂșn siendo elementos de uso comĂșn, para evitar sospechas, compran los materiales en diferentes establecimientos

Los chalecos y cinturones explosivos, normalmente, tienen un sistema de activaciĂłn por cordĂłn detonante. El cableado de activaciĂłn suele estar situado debajo de la ropa y lleva un pasador de seguridad. La activaciĂłn suele ser por presiĂłn o por alivio de la presiĂłn. Los yihadistas, antes de inmolarse, recitan versos del CorĂĄn, lo que no gusta a los musulmanes en general, puesto que ensucia la religiĂłn islĂĄmica al asociarla al terrorismo.


Hay que contemplar tambiĂ©n el uso de explosivos falsos, algo cada año mĂĄs habitual tal como pudimos ver en el caso de Younes Abouyaaqoub, en agosto de 2017, en la localidad Barcelonesa de Subirats. El terrorista fue abatido por la policĂ­a cuando al grito de “AlĂĄ es grande” se levantĂł la ropa y mostrĂł un cinturĂłn explosivo, que resultĂł ser falso. VestĂ­a de forma estrafalaria para la Ă©poca del año (manga larga y abrigado): un detalle a tener en cuenta en este tipo de acciones.


Armas de fuego

Fusil de asalto

Los yihadistas son muy aficionados al fusil AK-47/Kalashnikov, lo que desequilibra la balanza cuando se enfrentan a los agentes de PolicĂ­a que en muchos PaĂ­ses continĂșan prestando su servicio dotados Ășnicamente de pistolas. AdemĂĄs de encontrarse con un planeamiento militar del ataque, es decir, con medidas desproporcionadas para el entorno urbano, que sobrepasan la capacidad de reacciĂłn policial convencional.


El AK-47 tiene treinta (30) cartuchos por cargador, con dos funciones de tiro, tanto semiautomĂĄtico - tiro a tiro - como rĂĄfaga. Es el fusil de asalto mĂĄs ligero fabricado hasta el momento (pesa solo 4 kgs y mide Ășnicamente 87 centĂ­metros). Su manejo es sencillo y su funcionamiento eficiente, no siendo un problema si se cubre de barro, arena o agua pues no se rompe ni atasca o recalienta, operando en cualquier clima: frĂ­o, calor, humedad, sequedad
 El proyectil sale a 715 metros por segundo y es capaz de atravesar hasta 10 mm de acero en distancias no muy largas, siendo su alcance mĂĄximo de 900 metros aproximadamente.


Los yihadistas aprenden su sencillo funcionamiento en los campamentos de adiestramiento, tanto montarlo como ensamblarlo, llegando a hacerse en tan solo treinta segundos. Les enseñan también a disparar en pareja puesto que un solo cargador, en råfaga, se dispara en medio minuto; mientras ensambla un nuevo cargador, su compañero dispara y así no se interrumpe la cadena de fuego.


En su entrenamiento les incluyen el perfeccionamiento del procedimiento doble-tap que consiste en realizar dos disparos seguidos a un mismo blanco. Suelen llevar mĂĄs de un cargador, unidos por pares para un rĂĄpido cambio. Un ejemplo fueron los atentados perpetrados en ParĂ­s los dĂ­as 7, 8 y 9 de enero de 2015. En el asalto a la revista satĂ­rica “Charlie Hebdo”, los terroristas actuaban coordinados, portando fusiles Kalashnikov y moviĂ©ndose en disposiciĂłn de combate. Llevaban las armas pegadas al cuerpo e inclinadas hacia el suelo en un ĂĄngulo aproximado de 45 grados. En el momento de hacer fuego, no utilizaron el modo rĂĄfaga, sino disparos controlados. En sus desplazamientos a pie, lo hicieron con pasos cortos, alejĂĄndose del objetivo sin romper el contacto visual y manteniendo la misma cadencia de fuego, rematando a un PolicĂ­a que estaba mal herido tumbado en el suelo. Dispararon tambiĂ©n a un vehĂ­culo patrulla que se acercaba al lugar de los hechos, con una punterĂ­a que denotaba instrucciĂłn de combate urbano.


Se nota la diferencia entre un terrorista individual (que forman parte de una organizaciĂłn pero actĂșan en solitario) del tĂ­pico "lobo solitario" que actĂșa por su cuenta, sin pertenecer a ningĂșn grupo. Éstos Ășltimos no mantienen una disciplina de fuego, siendo sus disparos en rĂĄfaga, no economizando la municiĂłn.


Los terroristas adquieren las armas de fuego en el mercado negro, pudiendo ser armas de coleccionismo, las cuales han sido modificadas para evitar que puedan disparar municiĂłn real. En el mercado del contrabando de armas, las de coleccionista son manipuladas en talleres para que vuelvan a ser letales con un simple proceso.


En la “Dark Net”, la Internet oscura, resulta relativamente sencillo adquirir armas de fuego pero tambiĂ©n las adquieren comprando las piezas por separado, de forma legal, para ensamblarlas posteriormente. Incluso se estĂĄ popularizando la fabricaciĂłn de armas rudimentarias pero letales con impresoras 3D.


Los yihadistas no suelen guardar las armas en zulos como hacĂ­a ETA, sino en diferentes lugares para evitar robos de otros delincuentes o criminales o para que no sean halladas en registros policiales.

Uso combinado de vehĂ­culos-ariete y armas blancas

VehĂ­culos destrozados por atentado
Atentado en Jerusalén, en 2008

Los vehículos utilizados en los ataques yihadistas suelen ser de gran tamaño, los cuales han sido sustraídos o bien se han alquilado usando documentación falsa. En algunos manuales les enseñan como llevar a cabo este tipo de atentados, señalando los lugares idóneos donde llevar a cabo el ataque.


Los terroristas prefieren las calles mĂĄs estrechas en las que provocar un mayor daño al estar concurridas por peatones. En Niza (Francia) el 14 de julio de 2016, el dĂ­a de la Fiesta Nacional francesa, y por lo tanto con gran afluencia de visitantes en la ciudad. Un terrorista, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, con un camiĂłn, a lo largo de dos kilĂłmetros, embistiĂł a 568 personas, matando a 84. Era la primera vez que se usaba esa tĂ©cnica en Europa por parte de los yihadistas. AĂșn asĂ­, en las ciudades turĂ­sticas no se tomaron prĂĄcticamente medidas de prevenciĂłn. El 19 de diciembre de 2016, en BerlĂ­n, en el mercado navideño, un individuo que conducĂ­a un camiĂłn de gran tonelaje atropellĂł a 60 personas, resultando muertas once (tambiĂ©n asesinĂł al conductor del camiĂłn anteriormente).


En las Ramblas de Barcelona, el 17-08-2017, a las cuatro y media de la tarde, cuando mås personas paseaban por la zona, una furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub (el individuo que se mencionaba anteriormente, abatido por la Policía por llevar lo que parecía un cinturón explosivo, que después resultó ser falso), marchando en zig-zag, para atropellar a mås gente y circulando a una velocidad superior a los 70 km/h, en un trayecto de tan solo 700 metros, causó 147 víctimas, de las cuales 16 mortales. En su huida, el terrorista apuñaló a otra persona, a la que le robó el vehículo, muriendo desangrada, elevando la cifra de fallecidos a 17.


Las armas blancas que suelen llevar son mayoritariamente cuchillos o machetes de grandes dimensiones con los que atacan a sus vĂ­ctimas en la vĂ­a pĂșblica, siendo sus objetivos viandantes y miembros de las Fuerzas de Seguridad. En los manuales yihadistas les explican que los cuchillos mĂĄs efectivos son los mĂĄs robustos y afilados, incluso les indican en quĂ© zonas del cuerpo pueden producir heridas mortales. Los agentes de policĂ­a y soldados empleados en labores de seguridad ciudadana han de protegerse, sobre todo, la zona baja del estĂłmago, torax y cuello.


En tutoriales de vídeo difundidos por canales yihadistas escenifican cómo debiera producirse el ataque con arma blanca: la manera en que han de mover la mano que porta el cuchillo, hacia qué partes del cuerpo dirigirlo.


En mayo de 2018, en Lieja (Bélgica), un terrorista atacó con arma blanca a dos agentes de Policía, a los que arrebató posteriormente el arma reglamentaria y les disparó. Un año después, en París, un funcionario de la Prefectura de Policía, que llevaba veinte años trabajando en la misma realizando labores administrativas, mató a cuatro agentes con un cuchillo. La acción la realizó a la una de la tarde, cuando mås personas se hallaban en la comisaría. El atacante sería abatido.


En el Puente de Londres, en noviembre de 2019, un terrorista atacĂł con un cuchillo de grandes dimensiones a los viandantes que se encontraba a su paso, justo en el momento de mĂĄximo trĂĄnsito. AsesinĂł a dos personas antes de ser abatido por la PolicĂ­a.

Se ha comprobado como los yihadistas estån combinando las dos técnicas de vehículos y armas blancas, embistiendo primeramente con el vehículo y bajando después del mismo para atacar con un cuchillo. En 2017, en Londres, se produjeron dos ataques terroristas con esta técnica combinada.


En marzo, en el Puente de Westminster, un individuo atropellĂł a decenas de personas, matando a tres (una cuarta muriĂł por el atropello de otro vehĂ­culo debido al desconcierto provocado por el ataque). Cuando su todo terreno se estrellĂł junto al Parlamento, bajĂł del mismo y acuchillĂł a un agente de PolicĂ­a al que asesinĂł antes de ser el terrorista abatido.


En junio de 2017, en el en el Puente de Londres, tres yihadistas, conduciendo una furgoneta, atropellaron a varios peatones para posteriormente bajar del vehículo y acuchillar a otros en el mercado de Bourough. Mataron a siete personas e hirieron a 48. Es el atentado en el que se supo que un ciudadano español, Ignacio Echeverría, acudió a socorrer a un agente de Policía al que atacaron los terroristas, enfrentåndose a ellos, resultando también muerto; hecho heróico por el que sería condecorado, a título póstumo, por la reina Isabel II.


Conclusiones

Los terroristas, en general, y los yihadistas, en particular, estĂĄn siendo adiestrados para elaborar, con artĂ­culos de uso comĂșn y por lo tanto de adquisiciĂłn lĂ­cita, convenientemente combinados, artefactos explosivos caseros, algunos de gran potencia. Les permite efectuar ataques rĂĄpidos, efectivos y letales. Al no requerir demasiada planificaciĂłn, es mĂĄs complicado que salten las alarmas: ataques espontĂĄneos y fĂĄciles de ejecutar, siendo por consiguiente difĂ­ciles de prever y evitar.


En los campos de entrenamiento ubicados en las zonas de conflicto, los reclutas dedican parte de su instrucciĂłn a la fabricaciĂłn de explosivos y al manejo de todo tipo de armas: limpiĂĄndolas, montĂĄndolas, desmontĂĄndolas y usĂĄndolas.


A pesar de lo expuesto, cabe destacar que, como hemos podido comprobar, existe gran variedad de medios y formas de atentar, ninguna de las cuales debiera obviarse. Prueba de ello es la propaganda que lanzó el Daesh instando a “lobos solitarios” a usar bolsas de plástico llenas de líquido inflamable como granadas de mano contra Cuerpos de Policía o el uso de veneno (cianuro) inyectados en alimentos expedidos en supermercados.


Por lo tanto, debemos ser conscientes de la diversidad de medios susceptibles de ser utilizados y tener en cuenta lo que ya utilizan en otros lugares, fuera del territorio europeo, porque pudieran extrapolarlo a Europa o América (o zonas donde no atenten con frecuencia pero estén ideando hacerlo). Los analistas del fenómeno terrorista han de estudiar los atentados que provocan en las zonas en conflicto donde operan, para dilucidar los recursos de los que pudieran disponer si atacaran en otros Países, tales como drones o armas químicas/biológicas.


Hemos visto que resulta conveniente conocer la tipologĂ­a y origen de las armas y la municiĂłn utilizada, las vĂ­as de adquisiciĂłn de dicho material (rutas del contrabando) y cuĂĄl es el perfil real de los terroristas: si cuentan con adiestramiento en tĂĄcticas de combate y armas de fuego, como hemos visto que se constatĂł en el ataque a la revista Charlie Hebdo o el efectuado en el teatro BataclĂĄn.


Dependiendo de si tienen adiestramiento o no, asĂ­ perpetrarĂĄn el atentado: si carecen de entrenamiento o armas de fuego, realizarĂĄn el ataque con vehĂ­culos-ariete, armas blancas o una combinaciĂłn de ambos medios.


Con respecto al tratamiento que el analista ha de dar a las reivindicaciones posteriores de los atentados, deberĂĄ distinguir entre las que son inmediatas (que posiblemente sean reales) de las que se producen al cabo de varios dĂ­as, cuando la noticia se ha difundido ampliamente en los medios. Esto Ășltimo pudiera denotar que el grupo reivindicante no tuviera conocimiento, queriendo hacer creer que ha sido planificado por ellos para darse mĂĄs importancia.

 

El autor, Daniel RodrĂ­guez Castillo, es agente del Cuerpo Local de PolicĂ­a del municipio de Los Barrios (CĂĄdiz), adscrito al GOAP (Grupo Operativo de Apoyo y PrevenciĂłn) y diplomado en el MĂĄster sobre fenomenologĂ­a terrorista de la Universidad de Granada.

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