Los terroristas atentan contra las Fuerzas de Seguridad por ser garantes de lo que ellos no aceptan: derechos civiles y libertades públicas
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Policía: muro infranqueable para los yihadistas
Si atendemos a las amenazas directas de las principales organizaciones terroristas de corte yihadista, y destilamos sus palabras, podremos focalizar la clave del asunto.
Al-Qaeda: Un artículo de la revista “Manhattan Wolves Magazine” (Lobos de Manhattan), publicado el 14-04-21, refleja el ofrecimiento de cuantiosas recompensas monetarias a cambio de asesinar a cualquier agente de policía, en cualquier país de Occidente.
Daesh: ordena directamente a sus “Lobos Solitarios” a que ataquen a Policías (patrullas uniformadas), mediante la utilización de armas blancas. “Ellos nunca detendrán los convoyes que todos los días llegan al Estado Islámico”.
Los Cuerpos de Seguridad son objetivo prioritario del terrorismo de cualquier índole porque representan al Estado.
Tanto si es un régimen democrático como si es autócrata, todo Gobierno luchará contra el terrorismo porque atenta contra su estabilidad.
En el caso de las democracias, además, los agentes de la Ley velan por garantizar los derechos y libertades públicas, algo que rechazan los yihadistas como contrario a la ley que dicen aplicar, la Sharía (Ley islámica), solo que reinterpretada por ellos según su interés.
Para el yihadismo, la evolución y el progreso van en contra de la Ley de Dios. Solo hay que ver su reacción ante cualquier proceso electoral que se lleve a cabo en un País donde la incidencia yihadista sea importante. Los terroristas atentan contra quiénes van a las urnas a expresar su derecho a elegir democráticamente a sus representantes políticos.
Debido a que los agentes de Policía impiden que se altere la convivencia ciudadana, los yihadistas les colocan como objetivos, además de que saben que tendrá una importante repercusión mediática, siendo también uno de sus objetivos: hacerse notar para poder amplificar su propaganda.
Últimos atentados con policías como objetivos
Trèbes (Francia), 23 marzo 2018
Los ataques dan inicio a media mañana en Carcasona, donde el terrorista asesinó al pasajero de un vehículo particular de un tiro en la cabeza e hirió al conductor. Acto seguido, cogió el coche intentando atropellar a un grupo de cuatro policías que hacían deporte por la calle e iban desarmados, abriendo fuego a continuación contra dichos agentes y alcanzando a uno de ellos. Posteriormente se introduce en un supermercado de Trèbes armado con una pistola, una granada y un cuchillo (vemos como hace un uso combinado de medios: vehículo, armas de fuego y arma blanca).
Tras gritar “Allahu Akbar” (Dios es grande), comienza a disparar, matando a dos personas y tomando a otros como rehenes. La gendarmería protege a los doce civiles que logran huir.
El yihadista declara su lealtad al Daesh, exigiendo la liberación de Salah Abdeselam, uno de los principales sospechosos de los ataques en París en noviembre de 2015. Los gendarmes impermeabilizan la zona cortando el paso de personas y vehículos.
Los negociadores policiales intentan hablar con él terrorista a través de su madre y dos de sus hermanas, sin éxito. Toma a una mujer de entre los rehenes como escudo humano, ante lo que un gendarme (el teniente-coronel Arnaud Beltrame) se ofrece para ser intercambiado por la mujer.
El yihadista, una vez con el agente como rehen, le dispara (muriendo más tarde), lo que es oído por el equipo del GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional) destacado en la zona, que asalta el supermercado, neutralizando al asesino. Hubo cuatro muertos y 16 heridos.
París, 12 mayo 2018
Un individuo, alrededor de las 21:00 horas, atacó con un cuchillo a cinco personas en plena calle al grito de “Allahu Akbar”. En el acto falleció un joven de veintinueve años y otras cuatro personas resultaron heridas.
Tras el ataque a los civiles, se dirigió a una patrulla policial abalanzándose contra ellos gritando y con el cuchillo entre sus manos, amenazándoles.
Uno de los policías intentó detenerle activando una pistola eléctrica en dos ocasiones sin éxito. Un segundo policía decidió apuntar con su arma de fuego y disparó contra el agresor en dos ocasiones, abatiéndole.
Lieja (Bélgica), 29 mayo 2018
Un yihadista que portaba un cuchillo abordó por la espalda a una pareja de agentes de Policía, robándoles sus armas de fuego y les asesina disparándoles a quemarropa.
El terrorista mató después a un civil que conducía su vehículo, mientras gritaba “Alahu Akbar”.
Seguidamente sale corriendo y a unos cien metros entra en un instituto de enseñanza tomando como rehén a una empleada de la limpieza.
La Policía procede al desalojo del Instituto poco a poco mientras impermeabiliza la zona, para, una vez cercado el centro educativo, enfrentarse al terrorista, siendo abatido, resultando heridos varios agentes.
París, 4 octubre 2019
En esta ocasión, un empleado de la Prefectura de Policía de París (trabajaba en la Unidad de Inteligencia), Mickael Harpon, experto en informática, de 45 años y originario de Martinica, converso al Islam desde hacía una década, mató a cuatro funcionarios.
Se supo en la investigación posterior que llevaba algún tiempo contactando con movimientos extremistas y lo tenía todo planeado. De hecho, algunos conocidos suyos dijeron que le oyeron justificar el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo en 2015; su esposa comentó a la Policía que, la noche antes del ataque, su marido dijo escuchar voces en su cabeza y que a la mañana siguiente compró el cuchillo con el que asesinó a sus compañeros.
Había discutido recientemente con su jefa y se le oyó decir que no le permitían ascender por su sordera.
Comenzó el ataque contra dos agentes en su misma oficina, a quienes asesinó con extrema violencia. En otra oficina mata con un cuchillo a un tercer agente. Al encontrar la siguiente oficina cerrada, baja las escaleras, acuchillando a un administrativo. Una vez en el patio, un agente de Policía le disparó mortalmente cuando corría hacia él blandiendo el cuchillo.
Colombes (Francia), 27-04-2020
Alrededor de las 17:35 horas, el agresor se lanzó con su coche contra un dispositivo de control de tráfico, en el casco urbano de Colombes, compuesto por dos automóviles de la Policía Municipal y dos motocicletas de la Policía Nacional.
Atropelló a tres agentes que fueron arrollados violentamente, hiriendo de gravedad a uno de ellos.
Fue detenido y en el registro posterior del vehículo utilizado como ariete se localizó un cuchillo y un manuscrito en el que afirmaba entregarse “en cuerpo y alma a la batalla para imponer la Sharía (ley islámica) en el mundo entero”.
Francia, 23 de abril de 2021
Lugar, Comisaría de Rambouillet (Francia), a unos 45 kilómetros al suroeste de la capital Francesa.
El terrorista: un hombre de 36 años, de Túnez, llegado a Francia en 2009, sin tener regularizada su situación hasta el año 2019. No estaba fichado por los Servicios de Inteligencia, trabajando como repartidor.
Un viernes por la tarde se encontraba al acecho a la espera de un momento óptimo para cometer un atroz asesinato, ya que había vigilado con anterioridad los alrededores del lugar del suceso.
Una agente de Policía, de 49 años, que regresaba después de haber comido (vestía de paisano e iba desarmada), sería la víctima. El agresor, al grito de “Alá es grande”, le asestó dos puñaladas en el cuello (la agente fallecío poco después) siendo abatido por varios disparos de un compañero de la misma Comisaría.
Bruselas, 10 de noviembre 2022
A las 19.15 horas, cerca de la Estación del Norte en Schaerbeek, un terrorista mata a un agente de Policía al grito de “Allahu Akbar”, dejando herido a otro en un ataque con arma blanca, siendo posteriormente detenido por otra patrulla.
El Policía fallecido fue alcanzado en el cuello, y el herido en la ingle.
El día anterior, el yihadista se presentó en una Comisaría de Evere, explicando su intención de cometer un atentado, siendo puesto a disposición judicial.
El juez ordenó que un psiquiatra le examinara, tras lo que sería puesto en libertad, cometiendo con posterioridad el atroz crimen.
Líneas comunes en los ataques a policías
Por el análisis de los atentados contra policías en los últimos años, extraemos una serie de coincidencias.
El principal medio empleado en los ataques ha sido el arma blanca: mayoritariamente cuchillos o machetes de grandes dimensiones (con ataques tanto en la vía públicacomo en el interior de comisarías).
Si se está de servicio, se debe llevar el arma reglamentaria incluso en los descansos para comer, porque el peligro acecha en cualquier momento.
El arma debe llevarse siempre de modo que no pueda ser arrebatada por nadie, pudiendo echar mano de ella rápidamente el/la agente si observa un riesgo para su vida.
En los manuales confeccionados al efecto por el terrorismo yihadista y difundidos por distintos medios, explican los cuchillos más efectivos (robustos y afilados), y enseñan las zonas del cuerpo en las que se pueden producir heridas mortales.
Los grupos yihadistas han elaborado vídeos que escenifican cómo debiera producirse el impacto (movimientos de la mano y del cuchillo).
No quiero finalizar el presente artículo, sin volver a incidir en una necesaria actitud de vigilancia y en la implantación de medidas de autoprotección (tanto en el uso de medios, como en el uso de técnicas y tácticas policiales). Sobre todo en aquellas patrullas uniformadas que desarrollan su labor en la vía pública.
A la Administración, pedirles encarecidamente que dote a los Cuerpos de Seguridad de esa protección necesaria, en especial, los chalecos anticorte y antibalas, de los que aún carecen muchos agentes.
El autor es responsable del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (G.O.A.P.), de la Policía Local de Los Barrios (Cádiz); Máster en fenomenología terrorista por la UGR. Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias (Universidad de Valencia).