Los terroristas llevan usándolos años contra los ciudadanos como medio para hacer gran daño a bajo coste

Son muchas las medidas que pueden tomarse para evitar que los terroristas se ensañen con los viandantes y no demasiado costosas, por ejemplo, colocar barandillas como barreras entre las vías transitadas por vehículos y las aceras de los peatones.
Haré primero un repaso de los atentados que desde hace años han sufrido distintas ciudades no sin antes explicar en qué consiste el vehículo ariete para terminar recomendando de qué maneras puede prevenirse.
Comprobaremos que no supone un elevado coste para las arcas públicas y en cambio garantizará el bien más preciado que es la vida humana.
Vehículos ariete

Suelen ser furgones o vehículos de gran tamaño, robados o alquilados, con documentación falsa. Existen manuales terroristas que indican la forma de utilizarlos como armas mortíferas, detallando los lugares más eficaces para atentar.
Prefieren zonas concurridas, con calles estrechas que no estén protegidas por barandillas invadiendo las aceras. Las personas en esas calles lo tienen complicado para huir porque son ratoneras.
Lo único que necesitan los terroristas es saber conducir. Quién alquila el vehículo (si no lo roban) suele ser alguien de su entorno que no participe en el atentado. Algunos han alegado tras detenerle que se lo robaron por la noche o algún argumento similar, creyendo que de ese modo eludía la acción de la Justicia. Pero los agentes investigan, hallando normalmente alguna conexión con los criminales.
Lo más usual es que roben el vehículo, de ahí la importancia de denunciarlo
Así es, el propietario del vehículo robado debe denunciarlo cuanto antes.
Los yihadistas (o terroristas, en general) saben que disponen de poco tiempo hasta que se descubra la sustracción por lo que normalmente llevan a cabo ataques rápidos, efectivos y letales.
El handicap para el atacante es que no lo tendrá todo bajo control, presisamente por la premura de la acción pero como no requiere de una planificación exahustiva resultará más complicado que salten las alarmas.
Los atentados de este tipo son espontáneos y fáciles de ejecutar, siendo por consiguiente difícil de prever. Sin embargo, los terroristas o son detenidos o abatidos.
Veamos ahora ejemplos que es como mejor comprendemos lo importante que es prever estas acciones.
Historial reciente de atropellos masivos terroristas

El Día de Año Nuevo de 2025 se produjo un atropello masivo en Nueva Orleans (EEUU) con una camioneta que, de modo intencionado, se llevó por delante la vida de quince personas, grabándolo el conductor con unas "gafas inteligentes".
El terrorista escogió Bourbon Street, una de las calles más concurridas de la ciudad provocando (aparte de las muertes) 35 heridos. Al bajarse del vehículo disparó contra los viandantes de modo indiscriminado, incluyendo dos agentes de Policía que también resultaron heridos.
Estas vías urbanas populosas las hay en todas las ciudades del Mundo, como las españolas, de las que más visitantes reciben del Mundo.
España es una potencia mundial turística por lo que llegan decenas de millones de visitas y es responsabilidad de las autoridades locales garantizar su seguridad.
En las Juntas de Seguridad contarán con la colaboración de las demás Administraciones, por supuesto, pero es competencia de los Ayuntamientos, sobre todo. Es por ello que los Cuerpos Locales de Policía deben contar con la preparación adecuada.
Es normal que en las ciudades con atractivo turístico haya calles con restaurantes, terrazas, tiendas y locales de música en directo con lo que hay gran trasiego de personas.
En Alemania, el 20 de diciembre de 2024, un yihadista alquiló un vehículo con el que atropelló a cientos de personas matando a seis de ellas que visitaban el mercadillo de Navidad en Magdeburgo. El atacante recorrió 400 metros a gran velocidad llevándose a quiénes hallaba a su paso por delante siendo detenido con posterioridad.
En Nueva Orleans el terrorista (al que se halló una bandera del ISIS) fue abatido por la Policía. Al oir su nombre árabe se pensó que se trataba de un extranjero con los consiguientes mensajes xenófobos pero resulta que era un nativo de los Estados Unidos que sirvió en el ejército.
Fijaos en un detalle y de ahí que reitere que las barreras protectoras son necesarias: el atacante aprovechó que se habían retirado los bolardos de seguridad para poder acceder con el vehículo y llevar a cabo el atentado.

Según las autoridades locales de Nueva Orleans, mientras se llevaban a cabo unas obras en la famosa calle (Bourbon Street) donde se produjo el suceso, se colocaron barreras móviles y había varios agentes de Policía pero el terrorista lo sorteó. Como comprenderéis, resulta difícil eludir un vehículo que de repente arremete contra todo y todos a gran velocidad sin que haya ninguna barrera sólida y fija que se lo impida.
A primeros de 2025, en China ejecutaron a un individuo que llevó a cabo un atropello masivo en la ciudad de Zhuhai, en noviembre de 2024. Mató a 35 personas que hacían ejercicio físico junto a una pista de atletismo, hiriendo a 43 más. Por lo visto se debió a la frustración por su divorcio provocando una ira descontrolada hasta el punto de que daba marcha atrás para rematar a los atropellados.
Así que no solo son terroristas, también desquiciados que cometen las mismas atrocidades: las medidas protectoras deben ser las mismas contra unos y otros.
Desde 2015 se han producido numerosos atropellos masivos. Voy a enumeraros algunos:
Saint Quentin-F. (Francia), 2015: después de decapitar a una persona, el terrorista lanzó su furgoneta contra unas bombonas de gas que había almacenadas en una empresa gasista provocando una fuerte explosión.
Niza, julio de 2016, con resultado de 86 víctimas mortales que fueron arrolladas por un camión que recorrió dos kilómetros a toda velocidad. Sucedió durante la Fiesta Nacional de Francia en el Paseo de los Ingleses.
Berlín, diciembre de 2016: un terrorista arrolló a la masa humana que se congregaba en un mercadillo navideño con un camión, circulando entre 50 y 80 metros, dejando 11 fallecidos.
Londres, marzo de 2017: atropello en masa con un vehículo todoterreno, con 4 fallecidos. Condujo unos 200 metros por la acera del Puente de Westminster, sembrando el caos y embistiendo a decenas de personas.
Estocolmo, abril de 2017: un camión de reparto robado atropella a una multitud en una de sus principales calles comerciales matando a cinco personas.
Londres, junio de 2017: una furgoneta arrolló a los viandantes en el Puente de Londres y siguió hasta el mercado de Borough, donde los terroristas se bajaron del coche y apuñalaron a las personas que se iban encontrando en el camino (8 fallecidos).
Nueva York, octubre de 2017: una camioneta se desplazó más de un kilómetro por un carril bici, atropellando a un grupo de ciclistas y peatones que lo transitaban, causando la muerte de 8 personas.
Colombes (Francia), abril de 2020: un terrorista se lanzó con su vehículo contra un control de tráfico en el casco urbano, atropellando a tres agentes, hiriendo de gravedad a uno.
Análisis del modus operandi (vehículos ariete)

Hemos comprobado que estos ataques se llevan a cabo en cualquier momento del año, no tiene por qué ser durante unas fiestas multitudinarias como las Navidades o los carnavales.
En cualquier ciudad hay calles con muchos peatones de aquí para allá en las horas puntas, días tras día.
Para las actuaciones policiales, incluso justo después de la acción terrorista, las Fuerzas de Seguridad cuentan con adiestramiento especializado.
Los ayuntamientos han de colaborar colocando las barreras protectoras necesarias para ponérselo difícil a los criminales. Así que los equipos de Gobierno locales deberían tener en cuenta las recomendaciones de los especialistas policiales a la hora de planificar la urbanización tanto de zonas antiguas y turísticas como de las de nueva construcción.
En el último caso reseñado en el epígrafe anterior, el de Colombes, en el registro del vehículo usado como ariete por el terrorista detenido, se localizó un cuchillo y un manuscrito.
Afirmaba entregarse “en cuerpo y alma a la batalla para imponer la Sharía (ley islámica) en el mundo entero”, junto a una bandera del ISIS, con la leyenda “El Estado Islámico vive para siempre”.
Los objetivos yihadistas no son solo civiles, también agentes de Policía, por la mayor visibilidad que creen que les dará tal "valentía". En realidad, es una temeridad puesto que suelen ser detenidos o abatidos por la preparación policial ante estas acciones terroristas pero si sucede lo segundo las organizaciones terroristas les convierten en mártires.
Los verdaderos valientes son los civiles que ayudan a otros durante estos sucesos como Ignacio Echeverría, el español conocido como el “héroe del monopatín” que le salvó la vida a una mujer enfrentándose a los terroristas con su patineta, en el atentado de junio de 2017 en Londres. Lamentablemente, Ignacio perdió su vida.
No es extraño que los terroristas, tanto si son alcanzados por la Policía como si no, bajen de los vehículos y la emprendan a tiros o cuchilladas contra los peatones, como sucedió en Londres en marzo de 2017. El conductor estrelló el vehículo contra las vallas que rodean el Parlamento Británico, saliendo del mismo armado con un cuchillo y apuñalando a un agente de Policía al que le causó la muerte. El yihadista fue abatido justo después.
En el camión de reparto que conducía se hallaron armas y granadas. Se trató del primer ataque contra personas con vehículo pesado dentro de las fronteras europeas.
En Magdeburgo (Alemania) también el terrorista aprovechó el único lugar de la calle donde no so habían colocado bolardos para entrar por ahí en la acera peatonal. Intentó dar marcha atrás y atacar de nuevo a los peatones.
Se trataba de un refugiado saudí pero trabajaba en una clínica como psiquiatra lo que desconcertó a los investigadores. Llevaba años cargando contra el Islam que rechazó desde su marcha de su país de origen simpatizando con la ultraderecha el tiempo que llevaba residiendo en Alemania. El individuo había amenazado a la canciller Angela Merkel en sus redes sociales, amén de un sinfin de comunicados amenazantes.
Conviene revisar las redes sociales buscando advertencias o amenazas
Ya se hace pero el ciberespacio es tan amplio que resulta muy complicado hallar esos peligros que vigilar después de forma física. Cierto que a veces es tan evidente que no se entiende que no se tome en serio pero tengamos en cuenta que son muchos los bulos en la Red con lo que la mayoría de las amenazas resultan falsas.
El problema sigue estando en el caso del terrorismo suicida, al que le da igual ser detectado porque va a inmolarse.
En el contexto actual, crece la preocupación por el riesgo de atentados fáciles de cometer pero potencialmente lesivos. Las ciudades se blindan para evitar los hechos que se narran en el presente artículo, al objeto de dificultar o impedir el paso de vehículos por determinadas zonas concurridas por muchas personas que transitan por ellas.
El objetivo básico de este tipo de ataques suele ser causar numerosas bajas para darse publicidad mediante acciones de corta duración, intensas y espectaculares.
Tres rasgos característicos comunes:
Buscan la mayor repercusión mediática posible
Eligen el objetivo que sirva para dar un mensaje claro
Explotan el dramatismo basándose en el empleo brutal de la violencia
El terrorismo actual se ha desprendido de la idea de “élite” para ofrecer una práctica del “terrorismo para todo el mundo”. Ya no se necesita una estructura, ni contactos específicos, ni conocimientos especiales sobre armas o explosivos.
El terrorista individual del siglo XXI e incluso los comandos autoadoctrinados emplean escasos medios aprendiendo como usarlos: un martillo, un cuchillo de cocina, un coche alquilado, herramientas al alcance de su mano.
De este modo, no requieren de financiación pudiendo tener numerosos “lobos solitarios” por todo el Mundo. Se les enseña que alquilar o robar un vehículo y conducirlo contra la multitud es más efectivo que fabricar un artefacto explosivo ya que esto último es más complejo. También más arriesgado porque un pequeño fallo y todo se va al traste.
El atentado de las Ramblas

España no se ha librado de un ataque vehicular. El 17 de agosto de 2017 se produce un atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona, una de las principales arterias de la ciudad. Una furgoneta de alquiler (5 metros de largo y 2 metros de ancho y alto), arrolla sobre las cinco de la tarde a la multitud, a más de 70 km/h.
El atacante condujo en zig-zag durante unos 600 metros para causar más daño hasta que se estrelló contra un quiosco.
El yihadista posteriormente huye a pie dejando tras de sí trece muertos y más de un centenar de heridos.
Varios días después, se reciben llamadas de ciudadanos que alertaban haber visto al sospechoso del atropello en la localidad de Subirats, a unos 60 kilómetros de Barcelona.
La Policía de Cataluña, los Mossos d´Esquadra, le localizan solo y escondido entre unos viñedos. Tras pedirle que se identificara, tienen que abatirle al ver como les amenazaba con un cinturón de explosivos (después se comprobó que era falso) y gritando “Allahu Akbar” - Dios es Grande -.
A los agentes les extrañó, cuando le localizaron, que vestía de forma estrafalaria para la época del año: manga larga y abrigado. En ese momento aún no sabían quién era pero se estaba buscando al autor material del atentado en Barcelona. Una vez abatido, al ser registrado, se le hallaron varios cuchillos.
Poco después se halló al resto de la célula terrorista (algunos habían muerto manipulando artefactos explosivos caseros mientras los fabricaban).
Recomendaciones para prevenir los atropellos masivos

Hay quiénes cuestionan la figura del "agente de proximidad", ya que al ir solo resulta poco eficaz pero no es así. Son ojos que observan y pueden avisar a tiempo para que sus compañeros actúen cuando sea preciso y no cuando el ataque ya se ha cometido.
Tal vez los "auxiliares de Policía", que aún no son agentes, o vigilantes de seguridad, con la preparación adecuada, pudieran llevar a cabo esa labor de vigilancia que puede resultar primordial y muy efectiva.
Lo importante es que los terroristas y delincuentes vean que hay mucha vigilancia lo que siempre consigue un efecto disuasorio.
Recomendaciones para civiles:
Estudiar la zona: vías de acceso, sentido de las calles, si la vía se estrecha (pudiendo causar un taponamiento) o donde las aceras son más anchas, intersecciones con otras calles, etc.
Controlar las zonas en las que un vehículo pudiera acelerar evitándolas si es posible, andando con precaución, observando.
Comprobar donde hay bolardos y otros elementos para evitar que vehículos pesados puedan acceder a las zonas peatonales.
Buscar posibles refugios y vías de escape, tanto principales como alternativas posibles.
Consejos si el ataque se ha cometido:
Si después del atropello masivo el atacante se baja del vehículo y dispara contra la gente (o usa armas blancas), no colocarse en su línea de visión. Debemos ponernos a los lados.
No sigamos a la masa humana que huye despavorida. Pudiera verse bloqueada en taponamientos que resultarán fatales.
Lo más sensato es ir en sentido contrario al de los atacantes pero procurando no cruzarse con ellos, cogiendo calles adyacentes.
Buscar una defensa sólida tras la que protegerse de los disparos o vehículos estacionados, colocándose junto al motor, la parte más robusta.
Si no hay defensas sólidas de ningún tipo, tirarse al suelo.
Si en la huída se nos cae algo, no perder el tiempo recogiéndolo o regresando a por ello; puede costarnos la vida.
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