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Irán-EEUU: ¿guerra inminente?

Actualizado: 16 jun 2020

El Mundo entero vive con temor el enfrentamiento.

Washington acusa a Teherán de mantener un programa nuclear paralelo de carácter secreto con el objetivo de fabricar bombas atómicas.

Mapa de Irán

Los iraníes se han involucrado en dos conflictos militares en la Región, enviando tropas a Siria y Yemen o apoyando con medios humanos y técnicos a las milicias rebeldes, incluso recurriendo a grupos terroristas (caso de Hezbolá en Siria). Es otro de los argumentos que utilizan tanto EEUU como sus aliados en Oriente Medio, Israel y Arabia Saudí, para justificar la necesidad de hacer algo cuanto antes pues temen que Irán acabe usando sus misiles. Los saudíes ya han anunciado que, si las sospechas sobre el supuesto programa nuclear iraní son fundadas, no dudarán también ellos de poner en marcha el suyo propio, como herramienta disuasoria. Además, la Casa de Saud denuncia el ataque de barcos saudíes.

La tensión entre Irán y Estados Unidos continúa, acrecentada por el derribo de un dron norteamericano que según los militares iraníes sobrevolaba el espacio aéreo del País (esto último desmentido por el Gobierno estadounidense) y el acoso continuo a los barcos petroleros europeos que navegan las aguas del Golfo Pérsico. Gran Bretaña ha decidido actuar por su cuenta y ya ha abordado algún barco mercante iraní en respuesta a la agresiva actividad del País de los ayatolás, debido a que la V Flota, anclada en la zona, no se decide a intervenir.


Tras la incautación de un petrolero iraní en la Colonia británica de Gibraltar que transportaba crudo a Siria, las autoridades iraníes ordenaron el secuestro del buque cisterna británico Stena Impero en el Golfo Pérsico, acusado de chocar contra un barco pesquero. Resulta curioso que Londres aplique la normativa de la UE que prohíbe comerciar con el Gobierno de Bachar al-Asad cuando por otro lado los británicos se disponen a abandonar la Unión; más parece un acto de conveniencia para acercar posturas a Estados Unidos pero aparentando que no es un mandato de Washington sino de Bruselas. Semejante triquiñuela no ha pasado desapercibida para algunos Países miembros de la UE. Alemanes y franceses consideran que no merece el respaldo de la UE ya que es inminente el abandono de Gran Bretaña de la Comunidad Europea, por decisión del pueblo británico, que votó a favor de irse. Por su parte, el apresamiento del petrolero iraní en Gibraltar ha provocado la protesta española, dentro del conflicto diplomático que enfrenta a España con Gran Bretaña a propósito de Gibraltar. Téngase en cuenta que en realidad Gibraltar no dispone de aguas propias, por lo que la incautación del buque iraní se produjo en aguas españolas, argumentando las autoridades británicas que se abordó en el Puerto de Gibraltar. Al mismo tiempo, el Gobierno español insta a Irán a que libere el petrolero con bandera británica que mantiene retenido.


La situación no cambiará salvo que se rebajen las sanciones y se relaje la agresiva postura hacia Irán, pero EEUU sancionó a una empresa china por comprar crudo iraní

El presidente francés, Emmanuel Macron, es el único mandatario que se ha atrevido a mediar entre Irán y EEUU incluyendo a Rusia en las conversaciones, pero no a Gran Bretaña; el Gobierno chino se ha ofrecido para participar también en todo lo que suponga relajar la tensión, pero últimamente no solo la Casa Blanca lo pone difícil, también Irán, deteniendo a personas en su territorio a las que acusa de colaborar en labores de espionaje para la CIA, lo que ha desmentido el propio presidente Trump. En la red social Twitter, Donald Trump ha declarado que es una mentira más de Irán, que no ha detenido a nadie, simple desinformación. De hecho, también Estados Unidos aseguró haber derribado un dron iraní lo que igualmente Teherán desmintió como el ataque a dos petroleros que surcaban aguas internacionales de lo que les acusa Washington.



¿Es Irán una amenaza militar o comercial?

Bomba extractora de petróleo

El Gobierno iraní ha calificado las sanciones impuestas por Estados Unidos sobre su economía como ilegales por lo que seguirá buscando clientes para su petróleo y vendiéndolo a los Países que estén dispuestos a desafiar al gigante americano, que alguno hay: aparte de China continúan comprando petróleo iraní Japón, Corea del Sur, Turquía e India, pero Estados Unidos les ha dado hasta mayo próximo para buscar otros suministradores. Teniendo en cuenta que dicho suministro de petróleo, a escala mundial, pudiera verse afectado al reducir a cero las exportaciones iraníes, la Casa Blanca ha hecho una declaración anunciando que ha acordado con Arabia Saudí, que lidera la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) que garantice el abastecimiento mundial de petróleo.


Irán considera que la estrategia de Washington consiste en favorecer a sus socios saudíes a cambio de poder instalar más tropas en territorio saudí corriendo el mantenimiento de las Bases militares y soldados estadounidenses a cargo de la Casa de Saud. Por ello, dando por fracasado el pacto al que se llegó con las potencias nucleares (Plan Integral de Acción Conjunta) al salirse del mismo Estados Unidos, Teherán ya ha anunciado que comenzará en breve de nuevo a enriquecer más uranio por encima del límite acordado en dicho pacto.


Junto al presidente pakistaní en la sala oval de la Casa Blanca, Donald Trump volvió a señalar a Irán como el principal Estado patrocinador del terrorismo internacional. De momento, Arabia Saudí ya ha autorizado un refuerzo militar de Estados Unidos para la Base aérea Príncipe Sultán de 500 soldados, además de cazas de combate y renovados sistemas de defensa antiaérea. No había soldados estadounidenses en Arabia Saudí desde 2003 debido a que se produjeron atentados en territorio saudí por lo que el Gobierno de este País le pidió a Washington que retirara sus tropas. En los años 90 y primeros años del presente siglo fueron muy útiles para combatir a Irak y ahora, curiosamente, regresan efectivos militares cuando se atisba en el horizonte un conflicto con Irán.


En principio el despliegue y dotación de medios por parte del Pentágono a la base militar saudí se contemplaba mucho mayor pero el Congreso de los Estados Unidos lo impidió al no autorizar la partida presupuestaria de 8.100 millones de dólares en venta de armas tanto a los saudíes como otros Países de la Región. El príncipe heredero Mohamed bin Salmán, también ministro de Defensa y quién manda de facto en el País, pues el rey se encuentra delicado de salud, ha autorizado el regreso de tropas estadounidenses probablemente para debilitar al emirato de Qatar, donde se halla la base norteamericana más importante de todo Oriente Medio y motivo por el que Arabia Saudí no se ha atrevido a invadir el pequeño y díscolo reino. Para que las relaciones entre EEUU y Qatar se enfríen y ello favorezca a la nueva relación que une a Estados Unidos con Arabia Saudí, éstos últimos acusaron en 2017 al Gobierno qatarí de apoyar a Irán. Así que pudiera estar preparándose el terreno para que la base norteamericana en Qatar, que alberga a 10.000 soldados, se traslade a territorio saudí lo que daría vía libre a Riad para invadir Qatar. Si este evento se produjera en un futuro próximo desencadenaría igualmente un conflicto en la Región, ya que Irán no se mantendría neutral. Qatar es otro competidor molesto para los saudíes en el comercio internacional de petróleo, como lo es Irán. ¿Acaso busca Bin Salman eliminar esos competidores para erigirse en el País más poderoso de la Región y el más rico del Mundo? Ahora mismo, esa posición la ocupa precisamente Qatar y una alianza comercial entre este País e Irán acabaría con los sueños de Bin Salman de convertirse en el hombre más poderoso.


El prestigio internacional de Qatar pudiera verse catapultado al Olimpo de las grandes potencias si consigue celebrar el campeonato del Mundo de fútbol con éxito, ya que es el deporte con mayor número de seguidores en todo el Mundo. Bin Salman, que ha demostrado tener un ojo agudo para el comercio internacional, sabe que el mundial de fútbol de 2022 será un excepcional escaparate para que Qatar adquiera una enorme influencia a escala planetaria. No obstante, el fútbol es un deporte seguido por más de 4.000 millones de personas en todo el Planeta, pudiendo el pequeño emirato qatarí usarlo para que la comunidad internacional quede maravillada de sus logros y estado del bienestar ciudadano. Si lo consiguiera, la Casa de Saud habrá perdido la partida en la que se juega qué País árabe será el más influyente en la próxima década.


En Qatar, la renta per capita es de 100.000 dólares mientras que la saudí es de 21.000 dólares (si bien es cierto que la población saudí es de 33 millones de habitantes). La educación y la sanidad son gratuitas en Qatar para sus 2.600.000 habitantes, no existiendo el desempleo, recibiendo los ciudadanos ayudas estatales para adquirir su vivienda de la que no pagan los recibos de luz ni agua pues también están sufragados por el Estado. Pugnan en esa imagen de paraíso islámico con los saudíes pues también en Arabia Saudí tanto la educación como la sanidad son gratuitas pero el desempleo supera el 6% de la población activa. ¿Cómo puede Arabia Saudí reducir o incluso eliminar la competencia qatarí? Piensan que con acusarles de colaborar con Irán, en pleno comienzo de las hostilidades (de momento diplomáticas) el Gobierno qatarí acabaré perdiendo el apoyo de la Casa Blanca.



¿Cómo sería la guerra entre Estados Unidos e Irán?

Grupo de soldados norteamericanos

El Pentágono mantiene desde mayo el refuerzo de la V Flota con otro portaaviones y más aviones bombarderos dotados de una avanzada tecnología, preparados para la guerra electromagnética. Si Trump autorizara un ataque a Irán, con casi toda probabilidad el Pentágono comenzaría enviando los bombarderos para que primero hackearan, con sus dispositivos especiales, los sistemas defensivos de Irán, contando con que este País no disponga de una ciberdefensa adecuada. El objetivo inicial sería anular las defensas informatizadas para proceder de inmediato a bombardear las instalaciones nucleares, pero no sería sencillo por la dispersión y ocultación de las mismas, prácticamente todas ellas subterráneas.


Si consiguieran eliminar el riesgo de una respuesta nuclear al ataque norteamericano, destruyendo las lanzadera de misiles iraníes, se procedería a la invasión terrestre, la cual puede resultar ardua y extremadamente complicada por la orografía del País, muy montañosa. A los Estados Unidos le resultaría prácticamente imposible desplegar una división, ni siquiera una brigada sobre el terreno. Los regimientos que se destacaran en los Países circundantes desde los que se procediera a la invasión (con casi toda seguridad partirían desde Turquía, Afganistán e Irak), introducirían paulatinamente sus batallones pero éstos tendrían complicado avanzar al hallar ante ellos un terreno muy abrupto por lo que serían compañías sueltas las que lo harían, que se verían aisladas, aunque contaran, en un momento dado, con apoyo aéreo. Los Montes Zagros se levantan como una barrera infranqueable para los soldados ya que atravesarla sería una temeridad pues serían objeto de emboscadas en desfiladeros o en los escasos pasos entre las montañas, los cuales conocen a la perfección los iraníes que sin duda aguardarían a su enemigo bien parapetados y pertrechados.


Si la invasión se produjera por mar, desde el Estrecho de Ormuz, los batallones norteamericanos caerían en una trampa natural al verse obligados a atravesar dos desiertos

Tal vez Irán no pueda defenderse en un primer instante de la guerra debido a su deficiente tecnología (o es lo que creemos) por lo que optaría a centrar su esfuerzo defensivo en aguardar la invasión por tierra. Irán puede desplegar enseguida 725.000 soldados y milicianos, aparte de su propio ejército, para enfrentarse a los norteamericanos en cualquier escenario, por complicado que sea, pues cuentan con la ventaja del conocimiento del terreno. Además, las milicias fundamentalistas que sustentan el Régimen estarían dispuestas a llevar a cabo ataques suicidas lo que desmoralizaría a los soldados estadounidenses que pudieran verse desconcertados ante la virulencia de comandos y atacantes individuales en aldeas y pequeñas poblaciones, dificultando el avance norteamericano. Incluso es probable que se vieran aviones kamikazes, como los japoneses de la Segunda Guerra Mundial, dirigirse hacia la V Flota mientras los helicópteros de combate iraníes, aprovechando el desconcierto, atacaran a las fuerzas de desembarque. No olvidemos que tanto en el Golfo de Omán como en el Golfo Pérsico se han producido numerosos ataques con lanchas rápidas bien armadas de las que Irán posee cientos junto a embarcaciones más pequeñas que pueden ser usadas para llenarlas de explosivos y dirigirlas hacia los buques militares.


El primer objetivo iraní sería dificultar el desembarco norteamericano (y británico, pues seguramente Gran Bretaña acompañaría a Estados Unidos en esta empresa); Normandía pudiera quedarse corta para lo que puede suponerle a la V Flota desembarcar las fuerzas terrestres en territorio iraní. Los navíos militares de Estados Unidos y Gran Bretaña, junto con su fuerza aérea conjunta, acabarían eliminando todas las embarcaciones iraníes, pero en el fragor de la batalla tendrán que lidiar también con los sistemas de misiles anti-buque desplegados por la Costa iraní. Esta defensa, que se prevé formidable, permitirá a Irán preparar el interior de su territorio con multitud de trampas y comandos suicidas aguardando a las fuerzas terrestres norteamericanas.


Estados Unidos mantiene una impresionante fuerza militar en el Golfo Pérsico, repartida entre varias bases militares, con un contingente humano de 35.000 soldados y la V Flota; precisamente, la base de Al Ubeid, en Qatar, fue instalada en dicho País cuando los estadounidenses se vieron obligados a marcharse de Arabia Saudí. El hecho de enviar soldados a territorio saudí es una medida que está siendo muy criticada al no entenderse como Washington no ha sancionado de algún modo el asesinato por parte de un comando saudí del periodista disidente Jamal Khashoggi en Estambul.


Por supuesto, como sucede en toda guerra de cierta complejidad y ésta lo sería, la máquina propagandística del Régimen iraní se pondría en marcha y manipulará imágenes para presentar ante el Mundo a la fuerza invasora como un ataque más de Occidente a un Estado islámico legítimo, provocando con ello una ola de atentados terroristas en todo el Mundo cuya embestida es del todo imprevisible. Solo con Hezbolá, la organización terrorista más poderosa y rica del Mundo, que actúa bajo las órdenes directas de Teherán, como se ha podido ver en Siria, la violencia podría generalizarse a todos los continentes. Los conflictos en los que actualmente participa Irán, tanto directa como indirectamente, se recrudecerían presentando frentes dispersos que obligaran a ser atendidos dificultando el apoyo a Estados Unidos por los Países de la Región afectados, como Arabia Saudí o Israel. Ello sin contar con que los iraníes no se adelantaran, previendo la inminencia del ataque sobre su País, y lanzaran sus misiles balísticos sobre Israel.


Ahora bien, más tarde o temprano, Estados Unidos acabaría con el actual Régimen de los Ayatolás, pero pudiera ser a cambio de un elevado coste en vidas humanas y por supuesto económico; de ninguna manera será barato ya que no sería rápido como no lo han sido Afganistán ni tampoco Irak, donde aún siguen combatiendo a fuerzas hostiles después de casi veinte años en ambos escenarios. Sin embargo, no debemos olvidarnos de que si Gran Bretaña apoyara a Estados Unidos, es muy posible que Rusia apoyara a los iraníes e incluso China. De ser así, la guerra pudiera alargarse indefinidamente y lo que es más preocupante, que subiera de nivel convirtiéndose en un conflicto global. No ha sucedido en anteriores empresas norteamericanas en las que las otras superpotencias se mantenían al margen, pero no se tiene clara la respuesta de China si Estados Unidos atacara a Irán. Tengamos en cuenta que el gigante oriental se alimenta del petróleo iraní y actualmente libra una guerra comercial con Estados Unidos.


Lo más probable sería que Washington hablara antes del ataque con Pekín y le garantizara el suministro de crudo a un precio ventajoso. Lo que sí es una incertidumbre sería la posición rusa, pues Moscú no necesita el petróleo iraní y en la guerra siria ha respaldado la acción conjunta del presidente Bashar al-Asad e Irán. ¿Miraría hacia otro lado si EEUU atacara Irán?


Con todo, no solo esperamos y deseamos que no se llegue al conflicto armado, sino que es muy probable que todo quede en las acostumbradas bravuconadas de Donald Trump, presidente que no pocos analistas consideran alguien desequilibrado pero cuyas amenazas constantes acaban descafeinándose convertidas en tratados comerciales. Tal vez sea su estrategia: agobiar económicamente hasta el límite a Irán y, cuando ya este País se vea al borde de la desestabilización, se produzca una rebelión interna que derroque a los ayatolás, instalándose en el poder un Gobierno marioneta como el iraquí. Acto seguido negociarían con el nuevo gabinete algún tratado comercial en condiciones ventajosas para Estados Unidos y sus aliados en la Región, en especial los grandes enemigos de Irán: Arabia Saudí e Israel.


Mientras se dilucida en las cancillerías de todo el Mundo su posición (a favor de uno u otro bando o mantenerse al margen), Washington ha propuesto a sus aliados la creación de una flota internacional que garantice la seguridad de los barcos petroleros que surcan las aguas del Golfo de Omán. Sería similar a la que se creó para luchar contra la piratería frente al Cuerno de África en el Mar Rojo. Son las principales rutas marítimas por las que el tráfico de mercancías y petróleo es de mayor volumen por lo que prima darle seguridad para evitar una depresión económica mundial. Sin embargo, de momento, cada País ha decidido actuar por su cuenta, no participando en esa propuesta de Flota internacional de Estados Unidos o la Flota europea que ha propuesto Gran Bretaña.


Mientras los socios europeos siguen discutiendo que hacer con Irán, la Royal Navy británica envía un destructor a las aguas del Golfo Pérsico para que acompañe a la fragata que ya tiene en la zona, pero anuncian que no están dispuestos a ser los únicos que protejan a los buques mercantes europeos, pidiendo de nuevo la ayuda de Bruselas. Mientras no se decida a actuar, el Gobierno británico deja claro que sus dos buques militares solo protegerán a los barcos con bandera de Gran Bretaña. Otro ejemplo es India, que ha enviado a la zona también dos buques militares, pero con el objetivo de proteger barcos hindúes solamente.


Una vez más, las que se están beneficiando de la situación son las compañías aseguradoras que aumentan notablemente sus pólizas a los barcos que surcan esas aguas y las compañías militares privadas ya que firman suculentos contratos con las navieras para que lleven equipos de seguridad bien adiestrados en sus tripulaciones.

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